julio 05, 2007

Banco Estado


foto: http://www.atractor.info/atracta/2006/09/06/img/ja.jpg

Todos entran por la puerta que está junto a mí. Lo hacen como si no vieran otras alternativas. Se empujan, se esquivan, se apresuran, se cansan. Al final todos llegan a la fila única. Todos parecen dirigirse patológicamente a la misma puerta, los que entran, los que salen. Parecen corderos, animales que siguen el curso de los anteriores sin detenerse a palpar la geografía de esta oficina, las miles de posibilidades, varias puertas que descongestionarían sus torpes pasos. Yo los miro sin prisa, despectivo, arrogante. De reojo veo que uno de ellos salió del curso colectivo y va describiendo una línea recta hacia mí.
Hasta ahora sólo uno a dado con otra puerta, con una de las otras posibilidades, una que estaba oculta incluso a mi mirada. Me di cuenta de ella cuando el único se paró frente a mí con cabeza gacha, empujó la puerta y me la tiro encima.